Recuerdo el primer día en que lo vi, ocho años atrás. Como pasa el tiempo. Marco Andrés es mi primer sobrino, añorado por mis padres y primogénito de mi hermano mayor.
Marco hace mucho dejó de ser el bebé de la casa, ahora es todo un “hombre”, tierno, cariñoso, atento, dinámico y protector de sus dos hermanas.
Nuestra bendición de tenerlo no es sólo por ser el primero, sino también por como Dios le ha permitido ser.
Música por The Music Bed